30 jun 2010

Ellos también tienen derecho al sueño americano

Fotografía: La Jornada http://www.jornada.unam.mx/2009/11/03/fotos/028n1est-1.jpg

Mi tía, su prima, tu hermana, los papás de José, los abuelos de Carmen, sea en Miami, Texas, San Diego, Chicago o Minessota, es lo mismo, no están aquí, no podemos abrazarlos, únicamente nuestro oído tiene el placer de sentirlos a través de su voz, ellos desearían volver a poner un pie en esta tierra, sí, llena de baches pero suya, a caer en el hospital con síntomas de gastritis después de unos tacos con mucho chile, pasearían por las calles sin evitar comprar en ese pequeño puesto de nieves raspadas, duritos y fruta.

Nos hablan de su trabajo como camareros, intendentes, y con algo de suerte cajeros, las “pulgadas” que han crecido los niños, las libras que llevan menos con los tratamientos que han comprado, y de pronto hasta clases de inglés tenemos gratis, aún así después de terminar la llamada un sentimiento de tristeza e impotencia invade nuestro cuerpo, pensamos en “los malditos gringos” y lo que son capaz de hacer en contra de nosotros “los mexicanos”, porque como siempre nos creemos el ombligo del mundo.

Sin embargo para los estadounidenses cualquier hispano tiene el mismo significado: un ajeno a su nación, a sus ideales y además a su tono de piel, pero ¿cómo no pueden distinguir a los mexicanos? Sí, los del tequila, el mariachi ¿aún no? Somos los compatriotas del Chicharito, ¡¿No?! ¡Qué pinche falta de cultura, y ustedes que se creen muy chingones!

Sí, nos molesta ser generalizados como hispanos o latinos, y qué ¿a un hondureño no tiene porque molestarle que no lo diferenciemos de un guatemalteco o panameño?, son centroamericanos y punto, así eliminamos cualquier duda, los volvemos una masa y mandamos su identidad a la…. A la aduana más cercana.

Se les considera peligrosos por “su apariencia tan extraña”, hablan el mismo idioma pero resulta imposible entenderles, tienen más tatuajes que los pandilleros de la esquina y no son dignos de confianza, definitivo han de ser ladrones o asesinos.

El mexicano Jorge Bustamante, relator en derechos humanos para la ONU, claramente lo dice: "Hacemos a los centroamericanos violaciones de sus derechos humanos iguales o peores a los que les hacen a los mexicanos en Estados Unidos."

Además la Comisión Nacional de los Derechos Humanos ha dedicado numerosas recomendaciones en pro de los migrantes centroamericanos, un ejemplo de ello es la pequeña investigación que realizó de septiembre de 2008 a enero de 2009, en donde se encontraron 9758 migrantes centroamericanos que habían sido secuestrados por mexicanos.

Y sí tal vez México haya dado un gran paso al crear las distintas Estaciones Migratorias ubicadas a lo largo y ancho del país, no obstante varias investigaciones periodísticas han dejado al descubierto las espeluznantes condiciones en las que viven estos extranjeros, pues el propio Loret de Mola en un reportaje sobre el tema, señala que estar ahí es peor que cualquier cárcel mexicana, pasan nueve días sin bañarse, bajo un techo de lámina y una temperatura de 32 grados centígrados, entonces ¿así es cómo se trata a un migrante?

¿O realmente creemos que sí ellos son repatriados los nuestros tendrán más oportunidades de cumplir el sueño americano?, y ¿porqué el de un mexicano vale más que el de un salvadoreño, o nicaragüense, acaso tenemos más derecho que ellos sólo porque la geografía lo decidió?, o ¿simplemente lo que los gringos nos hacen los centroamericanos la pagan? No, nos equivoquemos no somos los embajadores de los sueños de los centroamericanos, Estados Unidos tiene sus propios consulados, ¿porqué querríamos hacer su trabajo? Detrás de cada migrante quedó una familia destrozada por su partida, como la nuestra, que sólo pide un poco de respeto hacia nuestros mexicanos que van tras un sueño, así qué ¿es fácil imaginar como podemos pagar esa petición o no?